#IMISSYOU #AUTOCONCLUSIVO #SUETER

A veces se pregunta porqué tiene esos suéteres, sus remeras, algún que otro peluche o pertenencia guardada pero, sobre todo, se pregunta porqué guarda con tanta devoción el último sueter que vio usando a Wade antes de separarse. Verlo le causa rabia, le causa tristeza, le causa risa. Porque ¿Qué lunático se pone esa cosa espantosa cuando siquiera es navidad? Pues, Deadpool, así de simple. No quiere usarlo. No por el mal recuerdo, sino por un miedo incomprensible de perder su esencia. Peter ha usado sus remeras para poder sentir su color, fantasear con su presencia. Pero se esfuma, se va de sus dedos como si fuera agua y termina llevándosela el viento. Se lo permitió con muchas cosas, menos con eso. Solo lo aprecia, oculto en una caja al fondo del armario, como un secreto que jamás tocará la luz. Esta guardado, bien doblado, manteniendo al lado suyo al unicornio ese blanco y un guante de su traje. Son sus tesoros. Sus preciosos. Es gracioso ponerlo así, pero debe hacerlo si no quiere romperse. Ser duro a veces resulta mucho más complicado de lo que cree, especialmente cuando la noche cae y el recuerdo ataca. Ya ha pasado más de un año. Y sigue doliendo como el primer día. Sigue con la cabeza en alto, porque se ha negado detener el tiempo por un romance adolescente. Pero, ¿era un simple romance sin sentido? ¿Alguna vez el ardor se irá de su pecho...? Suspira. Mira la puerta del closet con recelo y se arrastra fuera de la cama hasta abrirlo. Dejándose caer de rodillas, desliza cosas fuera hasta dar con su cajita, una bonita, con dibujitos de nubes y cubierto de azul. piensa, ocasionalmente. Dentro suyo hay oro. Sin fin de estupideces con un gran valor sentimental. Saca de ahí una foto. Le sigue la etiqueta de un dulce, el que le regaló por primera vez. El peluche, el guante, una camisa de pijama, un millón de cucherías hasta que la tela reconocida toca sus dedos y se detiene. Observa el verde, su dibujo, lo estúpido que es. Entonces ríe. La habitación se llena de risas, fuertes, demasiado exageradas. Es idiota hacer eso, es estúpido guardar algo de alguien que huyó. Entonces ¿por qué está enterrando el rostro sobre la imagen del Santa? ¿Por qué está comenzando a llorar? Romperse es inevitable. Querer liberarse también. Llora. Llora como un niño pequeño que necesita consuelo, como uno que perdió a su mejor amigo de la vida. Llora, como alguien que perdió algo sumamente importante, como alguien que perdió "el amor de su vida". La tela se humedece y se asusta, alejándose de inmediato. Intenta secarlo con la manga de su camisa, apresurado, brutal, animal. Si lo moja, eso que lo vuelve especial se irá. Si lo impregna con sus lágrimas, lo que queda de Wade se marchará. Y teme. Teme tanto por eso... No puede darse el lujo de perder lo único que le queda. Ya no mas.
A veces se pregunta porqué tiene esos suéteres, sus remeras, algún que otro peluche o pertenencia guardada pero, sobre todo, se pregunta porqué guarda con tanta devoción el último sueter que vio usando a Wade antes de separarse. Verlo le causa rabia, le causa tristeza, le causa risa. Porque ¿Qué lunático se pone esa cosa espantosa cuando siquiera es navidad? Pues, Deadpool, así de simple.

No quiere usarlo. No por el mal recuerdo, sino por un miedo incomprensible de perder su esencia. Peter ha usado sus remeras para poder sentir su color, fantasear con su presencia. Pero se esfuma, se va de sus dedos como si fuera agua y termina llevándosela el viento. Se lo permitió con muchas cosas, menos con eso. Solo lo aprecia, oculto en una caja al fondo del armario, como un secreto que jamás tocará la luz. Esta guardado, bien doblado, manteniendo al lado suyo al unicornio ese blanco y un guante de su traje.

Son sus tesoros. Sus preciosos.

Es gracioso ponerlo así, pero debe hacerlo si no quiere romperse. Ser duro a veces resulta mucho más complicado de lo que cree, especialmente cuando la noche cae y el recuerdo ataca.

Ya ha pasado más de un año. Y sigue doliendo como el primer día. Sigue con la cabeza en alto, porque se ha negado detener el tiempo por un romance adolescente. Pero, ¿era un simple romance sin sentido? ¿Alguna vez el ardor se irá de su pecho...?

Suspira. Mira la puerta del closet con recelo y se arrastra fuera de la cama hasta abrirlo. Dejándose caer de rodillas, desliza cosas fuera hasta dar con su cajita, una bonita, con dibujitos de nubes y cubierto de azul. piensa, ocasionalmente. Dentro suyo hay oro. Sin fin de estupideces con un gran valor sentimental.

Saca de ahí una foto. Le sigue la etiqueta de un dulce, el que le regaló por primera vez. El peluche, el guante, una camisa de pijama, un millón de cucherías hasta que la tela reconocida toca sus dedos y se detiene. Observa el verde, su dibujo, lo estúpido que es.

Entonces ríe.

La habitación se llena de risas, fuertes, demasiado exageradas. Es idiota hacer eso, es estúpido guardar algo de alguien que huyó. Entonces ¿por qué está enterrando el rostro sobre la imagen del Santa? ¿Por qué está comenzando a llorar? Romperse es inevitable. Querer liberarse también.

Llora. Llora como un niño pequeño que necesita consuelo, como uno que perdió a su mejor amigo de la vida. Llora, como alguien que perdió algo sumamente importante, como alguien que perdió "el amor de su vida".

La tela se humedece y se asusta, alejándose de inmediato. Intenta secarlo con la manga de su camisa, apresurado, brutal, animal. Si lo moja, eso que lo vuelve especial se irá. Si lo impregna con sus lágrimas, lo que queda de Wade se marchará. Y teme. Teme tanto por eso...

No puede darse el lujo de perder lo único que le queda. Ya no mas.