#LÍNEA NORMAL #ESCAPANDO DE PRISIÓN

Peter: La verdad no le pareció extraño que lo encerraran en una celda así. Los pasillos eran blancos, demasiado para su gusto, igualmente brillosos, pero al fin y al cabo necesarios para llegar allí. Al doblar en una esquina por última vez un oficial lo revisó antes de golpear la puerta y avisar que alguien entraría, que se portara bien o recibiría descargas del collar que llevaba puesto. Así fue como abrió la entrada y más blancura recibió a Peter aunque, para su suerte, no tanta como la del exterior. Las paredes acolchonadas se le hicieron un poco chistosas y tristes a la vez; estaba allí para que no se hiciera daño (y según guardias que dejara de hacer ruido al pasar la cabeza entre los barrotes como tipo que pasa una taza).

—No se preocupe, ya puede irse —mencionó calmo junto un ademán, al cual oficial respondió. El tiempo empezaba a contarse desde ya, unos quince minutos.

La puerta se cerró y los dejó solos. El silencio reinó por los primeros segundos en donde Peter apenas se movió, inexperto de como iniciar, algo incómodo inclusive. Se rascó el brazo, siendo la única cosa de color en la sala pues su traje continuaba allí.

—Entonces... ¿Quienes de los tuyos? ¿Otros mutantes o... mercenarios? —bajo, muy bajo, hizo su pregunta. Se acercó lentamente al mayor, sin saber bien qué hacer pues la habitación carecia de sillas. ¿Quizás sentarse en la cama? Había una, sí. Fue hasta ella y se sentó ahí, quedito, con la espalda recta y manos sobre las rodillas, todo tenso y firme.

Wade: て渡 歩いHace rato que Wade se dejó caer en una de las esquinas de la habitación, con la mirada perdida en algun punto remoto en la distaicia.Quizá sobre la única ventana del cuarto. Quizá en las sombras. Balbuceando algo intelegible y constantemente.— pensando que habrá un mañana...borro la tristeza y se me acaba...el mal humooor...— Está como ausente cuando canta tremendamente ausente, tan concentrado que ni parece darse cuenta cuando Peter entra en su celda.— cuando mi alma se siente triste...y sola...yo levanto la frente y digo...¿¡SPIDEY!?—algo hizo clic en la mente de Wade, se enderezó y sus ojos se fijaron en Peter,— ...estás ...aquí...— cuando pronuncio la palabra «aquí» se le cierra la garganta como si quisiera estrangular la triste realidad antes de anunciarla de viva voz. Wade ha afrontado su encierro con más franqueza de lo que debería, sin alimentar falsas esperanzas, sin tratar de escapar, se ha rendido a la 'justicia'. Pensando que es mejor así. Mejor para él, mejor para el mundo, mejor para todos. No dice nada más, baja la mirada porque no se siente digno de mirarlo a él.— hace unos dias...me ofrecieron mucha pasta por acabar con Tony Stark...—no hay rodeos, ni bromas. Por primera vez es directo, franco. Como si no quisiera que Peter pierda demasiado tiempo ahí con él. No otra vez — he hecho cosas terribles como mercenario, pero jamás asesiné a otro Súper...— hizo una pausa, recogió sus piernas. — Pero alguien más aceptó el dinero...—

福門笑Guarda silencio mientras lo escucha hablar. Se siente raro, es una conversación seria y de adultos, una donde siente a Wade extraño. No es un adulto. Bueno, sí es, pero no uno normal. Extraña, de cierto modo, su simpatía y energía. Quién diría que ahora que no la tiene la quiera de regreso. —¿Sabes quién es? —pregunta bajo, ladeando la cabeza. Es casi instantáneo cuando se levanta de la cama y da unos pasos dudativo hasta el mayor, inclinándose frente este—. Hiciste bien en no aceptar —menciona, honestamente orgulloso de eso, palmeándole la cabeza cual niño que hizo lo correcto. Después de todo, lo ha hecho. La sonrisa que se bosqueja debajo de la máscara es genuina, sí. —Si sabes mas sobre el tema, estaría agradecido que me lo contaras —porque entre mayor información es mejor. Igualmente ya le avisó a Stark, sabe al respecto, están todos atentos—. ¿Hace cuanto fue? —toma asiento frente a él, haciéndose un pequeño ovillo. Se abraza las piernas, apoya en mentón sobre las rodillas y, por primera vez, se relaja. Sabe que él no le hará nada, no al menos ahí. Todo es pacífico y natural, cosa que parecía únicamente probable en sueños pero esta viviéndolo. Le gusta así, aún cuando sepa que no durará mucho más, el tiempo se acaba y la hora de irse llega inevitable. —Venga, cuéntame.

て渡 歩いInconscientemente se estiró hasta su mano cuando lo tocaron, refregando su cabeza entre las yemas de los dedos de Peter. Mierda no volverá a lavarse la calva. Pasó otro momento de silencio, Wade volvió a cerrar los ojos y se apoyó contra el colchón de la pared. Precioso. Peter Parker era jodidamente precioso y su unico defecto, habia sído él. — Se llaman a ellos mismos "Huths". Lo sé, lo sé suena a Futball, pero no te dejes llevar por eso Ba-Spidey...son muy buenos en lo que hacen, eran mi competencia...—habló despacio y aún sin alzar la vista, como un hombre que está muy decepcionado de si mismo, pero intenta no ponerse a gritar o a llorar. —Y tengo el privilegio de conocer personalmente a uno deelllos, mi viejo archi enemigo.. confidente de monologos y ejecutor personal Alexander Hayden...—hizo una pausa y por fin volvió a abrir sus ojos.— Este es el último trabajo que voy a hacer en nueva York...—se enderezó y volvio su vista hacia la ventana, no debe tardar mucho para que vengan por él — salvar el imperio stark, darles unos años más antes de que Dada se muera por colesterol...un disgusto...o el chasquido de otro gigantón lila super desarrollado...lo que suceda primero...y después..no volveré. La ciudad está bien contigo, nunca ha estado mejor...—

福門笑—Suena a peli vieja —acotó bajo, asintiendo a su comentario. La atención de Peter se centró en él y su información, afirmando con la cabeza en señal que estaba escuchándole efectivamente, abriendo la boca para no decir nada luego, porque en sí era una pregunta boba y debía ser conciso pues el tiempo no les sobraba. —Entonces solo viste por eso —sabe que no debería decir aquello, pero lo ha dejado de ese modo. En cierto sentido es mucho mejor así, pues no se ilusiona, no se come lo que le ha dicho más temprano. Spiderman suspira y mueve su mano haciendo un ademán simple, despreocupado, negando con la cabeza—. Antes éramos buen equipo —solamente dice. Ya tiene lo que necesita. Si no se equivoca le quedan dos minutos más pero no los necesita y entre mas rápido se vaya será mejor. Se incorpora y dedica una última mirada a Wade antes de caminar a la salida, golpeando la puerta con los nudillos. —Gracias por la ayuda, Wade —no lo mira cuando lo dice porque siente que si lo hace se le escaparán mas palabras, no quiere eso. En cambio espera a que le abran pero nada sucede. Vuelve a golpear, apoyando su oreja contra la puerta cuando no recibe respuesta. Puede escuchar lejos unos ruidos, que poco a poco se van acercando hasta que identifica disparos ¿qué está ocurriendo? Da unos pasos hacia atrás, debe abrir eso y lo hace. Una, dos, tres patas con fuerza hasta que la puerta se dobla y cae. Puede que este hecha para tener encerrado al mercenario inmortal, pero no para su superfuerza. —¡Eh! ¿Qué...? —y calla. Gritos llegan, palabras código que no entiende también. Es alguien o algo que se acerca apresurado y lo único que puede pensar es que vienen por alguien. Por Wade. —Levántate, hay que irnos —no piensa cuando ordena aquello y al no recibir respuesta pronta ir hasta él. Lo levanta entre sus brazos, sujetándole cual niño pequeño contra su pecho antes de salir de ahí. No quiere pelear en un sitio cerrado, más cuando no lleva consigo sus lanza redes. —¡Karen, planos del luga! ¡Necesito la salida más rápida! —ahora los ruidos son mas potentes y cuando dobla en una esquina puede apreciar como alguien entró al pabellón. Les están pisando los talones, eso no es bueno. La IA pronto marca un camino, donde yendo por el ascensor va al techo. No queda demasiado lejos. Espera poder llegar a salvo.

て渡 歩いPerdió la cuenta de todas las veces que dijo que no volvería a lastimarlo y lo hizo. El número de veces que se prometió nunca defraudarlo pero al final también hizo eso. Las veces que ensayó frente al espejo sus disculpas por seguirlo buscando, por extrañarlo, por no decirle que todavía le amaba, pero sobre todo por ser el gilipollas que le rompió el corazón en lugar de cuidarlo. — Peter...yo...— apretó los puños mientras se esforzaba por mantener la expresión de su rostro impasible y permanecer sentado. No pudo alcanzarlo en el tren, no pudo escribirle ningun mensaje y ahora tampoco pudo disculparse. Deadpool nunca creyó en las gilipolleces que era el destino pero tal vez, solo tal vez la vida le estaba diciendo que era mejor así. Que estaban mucho mejor así. Wade estuvo a punto de saltar de sus brazos, de decirle que se olvide de él y lo deje ahí. Que ya no vale la pena. Pero tampoco lo hizo, al contrario se abrazó a su cuello y se abandonó contra su pecho, sin fuerzas para alejarse de la que quizá sea la última vez que esté tan cerca de Peter Parker. Miró hacia esa máscara. Cuanto ha cambiado. ¿Las lneas de sus ojos son más finas? ¿Está usando otro color para el tinte del nylon? ¿Sus ojos seguirán del mismo café? Mierda pagaría lo que fuera por ver una de sus sonrisas. Deadpool se repegó a él escuchando en su cabeza la inmortal Whitney Houstoy con su más grande éxito“ill will always love you” mientras le acariciaba. el pecho suavemente, dulcemente a su precioso Peter.

福門笑Siente las caricias y no puede evitar contener la respiración unos segundos antes de parar frente el ascensor. Realmente debe abrirlo pero no puede con Wade pegado a su pecho, quizás lo lastima y nope. Igual aprieta el botón para pedir que baje a su piso, pero parece que el aparatejo no se mueve. —Ponte atrás, como mochila —pide, o bueno, lo ordena. No espera a que lo haga para empujarlo allí, esperando que se agarre. Recién ahí mira para asegurarse que no bajó y esa mierda en efecto no funciona. Gruñe y separa las puertas de la cosa, con esfuerzo, dejando escapar quejidos bajos. Esta mas duro de lo que creía. Las pisadas se acercan y siente que eso es como si huyeran de Frank Castle pero versión drama barato donde debe huir con su amada. Probablemente lo sea. La puerta se abre y Peter se despliza, pegándose a la pared y comenzando a escalar. Debe ir al techo, a la terraza y de ahí podrá bajar por el edificio hasta huir... corriendo. Vale, no es el mejor de los escapes pero no tiene muchas posibilidades considerando que no lleva sus lanza redes y tampoco hay edificios cerca, de hecho, apenas rodea el lugar un bosque y no se ve saltando de arbol en arbol como Edward Cullen cuando hace esas escenas con Bella. —Agárrate bien —ruega casi, mordiéndose los labios—. Tampoco tengas una erección —intenta bromear al respecto, vaya que lo intenta. Es bobo, tosco, demasiado torpe en realidad. Los nervios le han ganado esta vez.

て渡 歩いTodo el entusiasmo , toda la esperanza que pudo haber acumulado por las breves, cortas y estupendas palabras que Peter le dedicó después de tantos años se derrumbó. Se hizo cenizas cuando escuchó las balas. Wade volvió a palidecer igual o peor que el día que tuvo que dejarlo atrás. Levantó una mano por inercia hacia él, sus dedos apenas tocaron la piel de Peter y la retiró con miedo sin atreverse a tocarlo otra vez. No otra vez, no puede estar llenando su vida de mierda y desgracia otra vez. Se le revolvió el estómago sintió ganas de vomitar. A pesar de todo el amor. A pesar de todo. Siempre la caga. — He hecho un monton de cosas mal, estar contigo no fue… una de ellas pero… — ahí esta otra vez, con la misma cantaleta.Cada vez que hacía algo para alejarlo, estaba aterrorizado de que funcionara. Pero ya no tiene nada que perder, en cambio Peter. Peter tiene todas las de perder si se queda cerca suyo— cariño, siempre fui tan poca cosa para ti. Venga Déjame aquí Parker. — cansado, se siente increíblemente cansado. Tan cansado que le pesan las pupilas. Tan triste que ya no le quedan más lagrimas. Tan helado que solo le trajo a la vida volver a escucharlo. Tan desgajado del mundo como una nube perdida en una cumbre o en una encina centenaria. Tan desesperado que no tendría reparos en tomar alguna sonrisa prestada para enseñársela cuando Peter la necesite, cuando vuelva a bromee otra vez. Y justo cuando ya no lo soporta, su corazón vuelve a latir en el centro de su pecho. Indeciso entre dejarlo en paz o si debía insistir un poco más. Wade suelta el suspiro de su última voluntad y se lo permite. Se permite abrazar a Peter por detrás sin dejar de temblar, enterrándole la nariz en el cabello mordiéndose el labio luchando por no llorar ahí mismo. Acurrucándose ahí. Se rasgaría la piel para poder atar a Peter a los huesos de su cadera. Se rasgaría entero para atarse a él. Atar todo lo que tiene por debajo, debajo de esas cicatrices, debajo de todas las heridas , bajo cada hueco que cavó sobre esa piel. Una piel que habita desde que llegó, un aroma que se impregnó en el fondo de su corazón y se lo recordó cada día ese reloj cuando marcaba la dos, las tres y las cuatro. Y a las doce de la noche y a la una también. Un alma que adoró con cada segundo vacío que los separó, con todos y cada uno. Tiempo a tiempo, segundo a segundo todo lo remendó. Había vuelto a verlo, tenía otra oportunidad más. Otra más de tantas de las que ya le han dado para ponerle un hilo fuerte a la aguja que cose esa historia y pintura roja por si un día a los dos realmente se le olvida donde dejo al otro zurcido, zurcido desde el corazón latiendo sin corteza ni esqueleto. Pintura roja por si uno de los dos llora, para saber lo que toca, para no descoserse, para no separarse, para ya no tener que despedirse. Pero ya no puede. ¿Verdad?. No, basta. Claro que no puede. — Gracias por venir a verme, Babyboy. — las palabras corren libremente por los labios de Wade. No tiene intención de esconderlos o de negarlas. Pero entre sus verdades mira todo borroso. Abajo , mientras cruzan hacia el otro edificio, el rio de autos corre incesante y con los reflejos de las luces parece un espejo partido en miles de pedacitos de colores que bailan enloquecidos. No se ve nada. Solo se escucha el ronroneo de los motores y de tanto en tanto se deja sentir el olor nauseabundo de los puestos de las calles. Y entonces pasa. Wade resbala sus brazos y su peso por la espalda de Peter dejándose caer al vacío. Esperando que un cuando caiga algún auto lo arrolle, lo arrolle y lo rompan, lo rompan hasta el punto donde ya nadie pueda repararlo. Al punto que ya no pueda hacer mas daño.

福門笑La calidez de Wade a su espalda es algo que no ha sentido en años y es grato. Ha recibido abrazos, pasado noches con alguien apegado, pero no se compara a aquella sensación que florece y se abre como una flor en primavera. Por primera vez en mucho tiempo se siente satisfecho y también decepcionado consigo mismo porque se supone que no debería permitirse cosas así. Deadpool, no, Wade Wilson, es una página de su diario que ha pasado y debe quedar así. Debería, al menos. Es todo rápido, huir, correr, escapar de los malos. La vida le ha enseñado tantas cosas, defenderse sin llevar sus lanzadores y otras cosas. Está seguro que si llega a unas calles más allá podrán escapar bien, inclusive podrían ir a su departamento para que agarrara repuestos y andar a donde quisiera ir Wade. Pero no. La pérdida llega nuevamente. Tiene en mente todo lo que ha dicho, palabras honestas que no respondió porque por primera vez en bastante se quedó mudo. Es complicado decir algo, corresponder, cuando sabes en el fondo que no es correcto. Cuando te niegas a aceptarlo, es demasiado pronto. Pero cuando el peso desaparece de su espalda, el grito que pega con su nombre es fuerte, inmenso, lleno de terror. No, no quiere verlo morir de nuevo, no quiere daños, no quiere que duela, no quiere separarse. La diestra se estira y su mano hace el gesto pero nada sale. No lleva sus lanza redes, no hay nada con que pueda tomarlo. Y se frustra inmensamente, el peso crece, la angustia consume. Los autos atropellan, destrozan, lo vuelve nada. Hombres comienzan a bajar y ahora apuntan a donde esta Spiderman, disparando porque se metió donde no debía y aunque odie aquello no le queda más opción de correr, huir de ellos. Otro día más para la historia de sus tragedias.