Arthur K. — Completa.

go on and try to tear me down .

A primera vista e instancia, lo primero que muestra es la personalidad de un ‘caballero’; serio, muy formal y de modos correctos para todo, distante al contacto físico y con actitud altiva y superior, creyendo haberse superado en prácticamente todo. Muestra ser educado y tranquilo la mayor parte del tiempo, a menos que sea molestado; reacciona de forma sarcástica y mordaz, con un vocabulario extendido pero con una lengua de víbora a la hora de criticar a alguien en un encuentro ‘formal’ como reuniones o fiestas de sociedad. Hace uso del tan cínico y famoso humor negro inglés. No obstante, sus más cercanos conocen la otra parte: caprichoso, testarudo e irritable como un niño; sumamente sarcástico, cínico e hiriente cuando lo desea, no tiene ninguna traba a la hora de criticar a los demás, en especial si se trata de alguien que no le agrada. Es presuntuoso y presumido, más aún si se siente atacado; tiene un orgullo enorme, y éste está por encima de todo a la hora de actuar. Puede ser realmente cruel si se lo propone, aunque eso casi no se ve en él ya. Es difícil de tratar gracias a su egoísmo narcisista, y termina siempre pensando en lo que sería ‘mejor para él’. Por su orgullo y su vergüenza, es normal en él que cuando está por revelar algo vergonzoso o sentimental hacia alguien más, termine contradiciéndose a sí mismo, fingiendo y tratando de convencer al resto de que piensa lo contrario; su risa se vuelve ruidosa y nerviosa, y en ocasiones hace gestos extraños con el cuerpo. Si bien es fácil saber que lo que dice no es lo que piensa, muy pocos no lo toman a mal ante lo desesperantes y egoístas que tienden a ser sus comentarios.

Por un lado, para cualquiera al que él no considere su amigo, al que no le haya dado su cariño o amistad (o sea, a la mayoría), no se comporta para nada leal y mucho menos condescendiente, sino todo lo contrario. Si no le importa la persona, puede prometer algo y estar rompiendo la promesa a los diez minutos, atacarlo por la espalda, engañarlo y burlarse de él a todo pulmón por haber sido tan ‘idiota’ de confiar; todas estas actitudes, que aún posee pero no siempre muestra, son los vestigios de sus décadas de piratería delincuente, de los que está orgulloso pero no le gusta que otros le mencionen. Por el otro, para con los pocos a los que es capaz de confiarle su cariño, es devoto, servicial y absolutamente leal; no tolera que se metan con quienes quiere, y es muy posesivo con esos pocos, debido justamente a que se los puede contar con los dedos de una mano. Aunque siempre intente no demostrarlo, la verdad es que se deprime con facilidad y es muy sensible si tocan alguna de las cosas que más le duelen. Le tiene un fuerte miedo al rechazo, a la soledad, a la traición y al abandono, y eso le hace ser más cerrado a la hora de permitirle a alguien traspasar esas barreras auto impuestas. Cuando alguien muestra auténtica intención de conocerlo y ser amable con él, se descoloca totalmente, comportándose más torpe y afable rápidamente; por esto mismo las pocas personas que por sí mismas buscan su compañía o la aceptan y la aprecian terminan convirtiéndose usualmente en sus personas más importantes. Puede llegar a ser muy cordial y amable, y de hecho si nadie lo está incordiando lo es; su expresión más normal es una entre seria, confiada y protestona o regañona, a veces resignada, pero puede sonreír sincera y más dulcemente si la ocasión lo amerita. No obstante, al notar que lo hace se avergüenza por sentirse expuesto y enseguida niega la razón que lo hizo sonreír así.

Astuto e inteligente como pocos, es extremadamente competitivo y no considera perder como una opción, siendo capaz de cualquier cosa con tal de ganar y haciendo gala de su pobre y nulo código moral.

— El té negro, inglés, obviamente.
— La literatura en general.
— Cocinar, aunque se le de pésimo.
— El silencio y tranquilidad.
— Adora la música punk y rock {las bandas clásicas como Queen, The Beatles, etc} aunque también se entretiene escuchando música tal como rock metal o heavy metal.
— Bordar, tejer y manualidades similares.
— Todo lo relacionado con lo mágico; unicornios, hadas, duendes.
— Los barcos, el mar y el agua.

Hombre de una altura próxima al metro setenta y cinco y un peso estimado a los sesenta kilos, Arthur es un hombre considerado promedio y hasta cierto punto flaco o hasta quizás debilucho o flacucho; sea lo que sea en todo caso todo termina en el mismo fin; un hombre de pocas fuerzas aunque están equivocados —aunque no demasiado de todas formas—. Sujeto de largas extremidades, aunque sin llegar a la exageración o parentesco; brazos medianos y algo flacos sin imperfecciones alguna a la vista, de manos medianas y dedos finos, ciertamente delicados. Piernas largas y firmes, perfectas para actividades físicas aunque admite que para éstas es algo.. inútil quizás, pero no por eso las deja de lado. Pecho plano y carente de musculatura, siendo que allí mismo se alojan unas cuantas cicatrices de tiempos pasados que muy rara vez —nunca— deja ver a ninguna persona. A su vez, su espalda igualmente posee de éstas marcas aunque en menor medida. La misma es igualmente lisa y hasta un poco delicada, siendo que sus espalda baja y la zona de las caderas podrían ser tomados como de mujer, sin embargo, manteniendo de todas formas su tinte masculino como todo hombre.

Su rostro es de suaves facciones igualmente manteniendo como en muchos lugares más, aquellas facciones masculinas que diferencian su sexo. Boca pequeña y con labios delgados; nariz recta y en perfecta armonía con el resto de su cara. Ojos grandes, algo afilados y de una hermosa tonalidad verde. Sobre éstos, lo más llamativo quizás de su persona, se encuentran una gruesas y negras cejas que contrastan demasiado con la rubia tonalidad de su cabello. Éste no llega más allá de su nuca y siempre se encuentra de forma algo 'alborotada' aunque él intente mantenerla lo más presentable posible.  

Nació y vivió desde que tiene memoria en Inglaterra, donde pasó gran parte de su vida bajo órdenes 'mayores'. Vivió en la época de  Elizabeth I, la primera reina a la que Arthur adoró. Ella fue conocida como ‘la Reina Virgen’ y ‘la Reina de los Piratas’, pues en esta época surgieron todos los saqueos y ataques a barcos mercantes españoles, para robar el oro y la plata que extraían de América. Cabe destacar que no siempre fue un señorito como es en la actualidad y en su momento fue un nefasto pirata —de ahí sacó todas sus cicatrices—, el cual, se dedicaba a saquear y estar gran parte de su tiempo en el mar.
Su vida fue una de grandes 'aventuras' sin embargo, como todo, en algún momento debía cambiar, cosa que a lo largo de los años realizó. Se dedicó al estudio y siendo contradictorio con su ser de la antigüedad, ser fiel a las leyes y enseñar éstas mismas, siendo así que conoció a un hombre el cual se hizo un gran amigo. Las circunstancias por las cuales se conocieron quizás nunca fueron exactamente buenas, pues fue mediante la guerra, no obstante eso era irrelevante. Allí fue donde estuvo hasta los últimos momentos de vida de aquél hombre, el cual, le confió la seguridad de  su familia, cosa que aceptó sin titubear. Años después, cuando todo acabó, se dirigió hacia el lugar donde aquella familia había quedado desolada, siendo un amigo además de un protector, conociendo a cierto niño el cual tenía grandes aspiraciones; dignas de admirar pero a su vez irresponsables.

Nunca entendió bien el porque terminó marchándose con él hacia Loving Pets cuando decidió irse de su hogar, quizás, fue por el mero hecho de tenerlo protegido además de las peticiones de la mujer que tanto se interponía en su sueño. Finalmente, tras un tiempo pasado allí comenzó a ejercer su profesión como profesor, ayudando de ésa forma a su 'hermano menor' —ya que le veía así simplemente— con su nuevo trabajo de embajador.

— No sabe nadar.
— Su relación con Alfred simplemente es una de protección aunque no parezca. Solamente le ve como a un fastidioso hermano menor.
— Es bastante curioso y le encanta investigar, inventar cosas, aunque siempre resulten siendo cosas raras.
— Su té favorito es el Earl Grey y puede beber más de ocho tazas al día.
— El más insano de sus hobbys es su adicción por el alcohol, nunca midiendo la cantidad que bebe y siempre terminando borracho. Hoy en día se emborracha con cerveza y a veces whisky, pero antiguamente vivía a base de ron. Cuando se emborracha simplemente por diversión muestra su lado pervertido y si pelea con alguien así, resurge en él su actitud pirata. Cuando está deprimido y borracho, por el contrario, se convierte en un saco inútil, mostrando sus sentimientos más profundos y vergonzosos, o aquellos que más le duelen.
— Gracias a su profesión antigua de pirata sabe manejar a la perfección espadas y armas de fuego. También, conserva algunas cosas de esas épocas, aunque las tiene escondidas.